Carta de Esperanza Mendoza "Árbitro Nacional"

Muchas veces los árbitros nos mostramos lejanos, fríos y reacios a mostrar sentimientos. Marcamos una distancia con entrenadores y jugadores basada en unas reglas en las que parecen que personas que aman un mismo deporte no se pueden relacionar. Si bien todo esto suele ser bastante habitual, esta vez vuestra desgracia nos ha tocado muy de cerca.
No sé si porque Javi era un jugador ejemplar con una educación exquisita en la pista (y fuera de ella), no sé si porque con 14 añitos entró a formar parte de la delegación de Cáceres como oficial de mesa o simplemente porque cuando madrugabas cualquier sábado para pitar a “sus niñas” lo primero que te encontrabas al entrar al pabellón era su sonrisa. Hemos crecido juntos como árbitro y jugador y como personas… Recuerdo su mensaje tras el debut en Oro en Cáceres o como en Navidad me decía “ya me enseñarás a provocar las faltas en ataque en silla de ruedas”…
Ninguno estábamos preparados para una noticia así, todos teníamos la esperanza que ganaría esta batalla por la fuerza y lucha que siempre había mostrado, pero esta vez el rival era demasiado fuerte.
Desde estas letras sólo quiero transmitir mi más sentido pésame a la familia de Javi, a todos sus amigos, a “sus niñas” y a todo el club del Sagrado Corazón.
Pero en estos momentos tan difíciles tenéis que sentiros afortunados. Afortunados por haber compartido, risas, viajes y momentos con él, por cada victoria que conseguisteis juntos, por cada grito que dio el capitán en aquellos corrillos al lado del banquillo, por cada vez que os hizo hacer las líneas y luego os daba un abrazo para compensaros… y sobre todo, porque os dejo el regalo más grande que os puede dejar: os enseñó que en los peores momentos (como el que estáis viviendo ahora) todo es más llevadero con una sonrisa y con la gente que más quieres cerca de ti…
Hasta siempre Javi, nosotros tampoco te olvidaremos…
Esperanza Mendoza
Árbitro de la Delegación de Cáceres